¿Cómo vas a regar?

Para las plantas que viven en un tiesto, el riego es de importancia capital porque tienen una cantidad limitada de substrato.
 
Las plantas se tienen que regar. Sí, ya sabemos que lo sabes, pero también sabemos que no siempre es fácil hacerlo. Ya sea porque nos olvidamos, o porque no estamos, muchas de nuestras plantas mueren por el camino. Pues para que esto no vuelva a sucederte, y para que seas muy feliz mientras riegas, aquí te hablamos de cuatro tipos de riego que puedes usar según lo que más te convenga, tu espacio y el presupuesto que le quieras destinar.
 
Riego manual con regadera o manguera: La frequencia está condicionada por las exigencias de las plantas, el tipo de continente (los de plástico, resina o metal conservan mejor el agua que los de terracota porque transpiran menos) y por la época del año. Hazlo fuera del sol directo y evita mojar las hojas para prevenir enfermedades derivadas de hongos, y las flores, especialmente si son de corola densa.
 
Hidrogeles o polímeros hidroabsorbentes: De gran ayuda si estás fuera o si quieres tener menos trabajo con el riego. Regulan la aportación de agua durante varias semanas.
 
Tiestos con reserva de agua: Tienen un depósito que proporciona agua al substrato por capilaridad, y un sensor de humedad que permite conocer permanentemente el nivel de agua y cuándo se debe rellenar.
 
Riego automático por goteo: Es la forma más conveniente para hacer un uso más eficiente del agua y sacarte el trabajo y la obligación de regar por pequeña que sea la terraza o por pocas plantas que tengas. Esta red de riego se instala pegada a las paredes de la terraza o por toda la barandilla para que quede lo menos a la vista posible.
 
Fuente: Jardinarium

Itzuli

Para las plantas que viven en un tiesto, el riego es de importancia capital porque tienen una cantidad limitada de substrato