Haya

El haya e un majestuoso árbol, su lento crecimiento y su adaptabilidad a la poda sirvieron para alimentar las carboneras antaño y hacen de ella una especie muy apta para la topiaria.

Los setos formados con haya son muy peculiares, son unos setos que muestran el cambio, la estacionalidad: los brotes primaverales son verdes claro, a los que siguen los colores ocres con los que los tiñe el otoño, en invierno el seto se vuelve marrón, con las hojas secas sujetas todavía a las ramas (tal y como hace alguna especie de roble, el Quercus pirenaica muy unido a nuestro encinares del sur). Con la aparición de los nuevos brotes las hojas secas caerán dando paso al nuevo ciclo.

El haya no es exigente en nuestro territorio pero hay que tener en cuenta que gusta de humedad (sobre todo ambiental) y de terrenos sueltos. Como seto se podan un par de veces al año, a más tardar en verano para no perder la coloración otoñal.

Cabe comentar que un sustituto del seto de haya es el seto de carpe, por sus características similares.

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